• Áreas y reservas naturales de manejo integrado se extienden
en más de 20 millones de hectáreas donde existe el potencial tan
diverso en recursos naturales.
Bolivia es considerado un país muy diverso por el conjunto de sus
ecosistemas que guardan los hábitats naturales de miles de especies -de
animales, plantas y microorganismos- que viven en los territorios
protegidos y conservados como son los parques nacionales y las reservas
naturales.
Los santuarios y parques, los monumentos naturales, las reservas de
vida silvestre, las áreas naturales de manejo integrado y las reservas
naturales de inmovilización del país, se extienden en más de 20 millones
de hectáreas donde existe el potencial tan diverso en recursos
naturales.
Sólo como un ejemplo, de la riqueza ecológica, los conservacionistas
bolivianos pregonan la existencia de más especies de aves en el Parque
Nacional, “Noel Kempf Mercado” (620), que en todo el continente de
América del Norte, mientras que el Parque Nacional “Madidi”, cuenta con
1.080 especies también de aves -además de otras- siendo la misma
cantidad que en toda la Amazonia sudamericana.
Pero en el país no sólo habitan las aves, en las ecoregiones o
territorios protegidos -y en otros sitios- viven también en sus hábitats
naturales especies de reptiles, mamíferos, anfibios, plantas y
microorganismos, muchas de ellas, únicas en el mundo.
Según la “Estrategia Nacional de Conservación y uso Sostenible de la
Biodiversidad” que ya fue elaborada en el país en 2001, en el territorio
nacional se ha tomado en cuenta, el Convenio sobre Diversidad Biológica
ratificado por 180 países en el mundo.
Riqueza biológica
El convenio plantea, la idea de que los países en desarrollo,
poseedores de la mayor riqueza biológica del planeta, pueden utilizar
esta ventaja competitiva para insertarse en el mercado internacional con
la mejora en la calidad de vida sus habitantes.
El documento internacional, también ratificado, por la Conferencia de
las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED) en 1992,
resaltó el fuerte componente social, reconociéndose el valor y aporte de
los conocimientos tradicionales -de los pueblos originarios- y la
necesidad de distribuir equitativamente los beneficios derivados de los
recursos biológicos.
El territorio nacional ocupa el seis por ciento de la superficie de
Sudamérica con una extensión de 1.098.581 de kilómetros cuadrados y su
posición geográfica le ha permitido determinar características
ambientales variadas y únicas, además de sus diversos paisajes
geográficos.
En estas diferentes regiones se alberga a una gran “biomasa”, que es
la materia viva que se produce dentro de los ecosistemas, la
megadiversidad en recursos naturales ha motivado que el país sea uno de
los más atrayentes y espectaculares.
También los pueblos originarios
Se sabe que al interior y muy cerca de las 22 áreas protegidas y parques
nacionales, habitan miles de personas originarias e indígenas que con
sus conocimientos tradicionales sobre el manejo y la conservación pueden
aportar al manejo sostenido de las ecoregiones bolivianas.
Por otra parte, en la obra “El uso de la Tierra y los Recursos de la
Biodiversidad en las Áreas Protegidas de Bolivia” de los expertos Marco
Octavio y Máximo Liberman en su publicación de 2006, se menciona que las
estrategias de vida de los sistemas productivos tradicionales indígenas
se encuentran fuertemente amenazados por efectos de intrusión y
avasallamiento cultural exógeno e incorporación de tecnologías con altos
costos ambientales.
En el texto también se revela que especialmente en las zonas de
influencia -cercanas a los parques- como Amboró, Carrasco, Pilón Lajas y
en la Estación Biológica del Beni, en años anteriores se desarrollaron
experiencias de manejos de recursos a nivel de proyectos impulsados por
ONGs, pero, aparentemente tuvieron escasas repercusiones.
Intrusión ilegal
Recientemente los habitantes originarios de las 22 áreas protegidas
reclamaron la intrusión ilegal de invasores que sólo tienen el interés
de explotar, sin un manejo adecuado, los recursos naturales poniendo en
peligro las tareas de conservación.
La preocupación de los originarios bolivianos se ha incrementado con
la “nacionalización” de las áreas protegidas anunciada en agosto por el
Gobierno, lo que ha motivado el incremento en la invasión a los parques
nacionales.
Sólo a través de un plan de manejo de los recursos naturales se podrá
mantener con vida a las especies -mamíferos, reptiles, anfibios, peces,
aves, plantas y microorganismos- el mismo necesariamente deberá incluir
en consenso el papel que cumplen los pueblos originarios de las 22
áreas como los aymaras, quechuas, moxeños, chimanes, yuracarés,
chiquitanos, tacanas, guaranis, chiquitanos guenayeks y muchos otros
más.
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