domingo, 14 de octubre de 2012

Ecosistema en Bolivia

• Áreas y reservas naturales de manejo integrado se extienden en más de 20 millones de hectáreas donde existe el potencial tan diverso en recursos naturales.
Bolivia es considerado un país muy diverso por el conjunto de sus ecosistemas que guardan los hábitats naturales de miles de especies -de animales, plantas y microorganismos- que viven en los territorios protegidos y conservados como son los parques nacionales y las reservas naturales.
Los santuarios y parques, los monumentos naturales, las reservas de vida silvestre, las áreas naturales de manejo integrado y las reservas naturales de inmovilización del país, se extienden en más de 20 millones de hectáreas donde existe el potencial tan diverso en recursos naturales.
Sólo como un ejemplo, de la riqueza ecológica, los conservacionistas bolivianos pregonan la existencia de más especies de aves en el Parque Nacional, “Noel Kempf Mercado” (620), que en todo el continente de América del Norte, mientras que el Parque Nacional “Madidi”, cuenta con 1.080 especies también de aves -además de otras- siendo la misma cantidad que en toda la Amazonia sudamericana.
Pero en el país no sólo habitan las aves, en las ecoregiones o territorios protegidos -y en otros sitios- viven también en sus hábitats naturales especies de reptiles, mamíferos, anfibios, plantas y microorganismos, muchas de ellas, únicas en el mundo.
Según la “Estrategia Nacional de Conservación y uso Sostenible de la Biodiversidad” que ya fue elaborada en el país en 2001, en el territorio nacional se ha tomado en cuenta, el Convenio sobre Diversidad Biológica ratificado por 180 países en el mundo.
Riqueza biológica
El convenio plantea, la idea de que los países en desarrollo, poseedores de la mayor riqueza biológica del planeta, pueden utilizar esta ventaja competitiva para insertarse en el mercado internacional con la mejora en la calidad de vida sus habitantes.
El documento internacional, también ratificado, por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (UNCED) en 1992, resaltó el fuerte componente social, reconociéndose el valor y aporte de los conocimientos tradicionales -de los pueblos originarios- y la necesidad de distribuir equitativamente los beneficios derivados de los recursos biológicos.
El territorio nacional ocupa el seis por ciento de la superficie de Sudamérica con una extensión de 1.098.581 de kilómetros cuadrados y su posición geográfica le ha permitido determinar características ambientales variadas y únicas, además de sus diversos paisajes geográficos.
En estas diferentes regiones se alberga a una gran “biomasa”, que es la materia viva que se produce dentro de los ecosistemas, la megadiversidad en recursos naturales ha motivado que el país sea uno de los más atrayentes y espectaculares.

También los pueblos originarios

Se sabe que al interior y muy cerca de las 22 áreas protegidas y parques nacionales, habitan miles de personas originarias e indígenas que con sus conocimientos tradicionales sobre el manejo y la conservación pueden aportar al manejo sostenido de las ecoregiones bolivianas.
Por otra parte, en la obra “El uso de la Tierra y los Recursos de la Biodiversidad en las Áreas Protegidas de Bolivia” de los expertos Marco Octavio y Máximo Liberman en su publicación de 2006, se menciona que las estrategias de vida de los sistemas productivos tradicionales indígenas se encuentran fuertemente amenazados por efectos de intrusión y avasallamiento cultural exógeno e incorporación de tecnologías con altos costos ambientales.
En el texto también se revela que especialmente en las zonas de influencia -cercanas a los parques- como Amboró, Carrasco, Pilón Lajas y en la Estación Biológica del Beni, en años anteriores se desarrollaron experiencias de manejos de recursos a nivel de proyectos impulsados por ONGs, pero, aparentemente tuvieron escasas repercusiones.

Intrusión ilegal

Recientemente los habitantes originarios de las 22 áreas protegidas reclamaron la intrusión ilegal de invasores que sólo tienen el interés de explotar, sin un manejo adecuado, los recursos naturales poniendo en peligro las tareas de conservación.
La preocupación de los originarios bolivianos se ha incrementado con la “nacionalización” de las áreas protegidas anunciada en agosto por el Gobierno, lo que ha motivado el incremento en la invasión a los parques nacionales.
Sólo a través de un plan de manejo de los recursos naturales se podrá mantener con vida a las especies -mamíferos, reptiles, anfibios, peces, aves, plantas y microorganismos- el mismo necesariamente deberá incluir en consenso el papel que cumplen los pueblos originarios de las 22 áreas como los aymaras, quechuas, moxeños, chimanes, yuracarés, chiquitanos, tacanas, guaranis, chiquitanos guenayeks y muchos otros más.

 




EL ECOSISTEMA

n ecosistema es el sistema formado por todas las comunidades naturales o conjuntos de organismos que viven juntos e interaccionan entre sí relacionados íntimamente con su respectivo ambiente. El ecosistema natural abarca los ecosistemas de los continentes, islas del mundo, y comprende una serie de sistemas de interacción abierta que incluye formas vivas como animales, plantas, mares y microorganismos, así como su ambiente abiótico: suelos, formaciones geológicas y constituyentes atmosféricos, lo mismo que sus actividades, interrelaciones, reacciones químicas, cambios físicos y demás fenómenos de cada uno.
El organismo es la unidad más fundamental de la ecología, el sistema ecológico elemental. Ninguna unidad más pequeña en biología, como órgano, célula o molécula, tiene una vida separada en el ambiente.

En el curso de sus vidas, los organismos transforman la energía y procesan los materiales a medida que metabolizan, crecen y se reproducen. Al hacerlo, modifican las condiciones del ambiente y la cantidad de recursos disponibles para otros organismos y contribuyen a los flujos de energía y al reciclado de elementos en el mundo natural. Grupos de organismos con sus ambientes físicos y químicos constituyen un ecosistema.
Los ecosistemas son sistemas ecológicos inmensarnente grandes y complejos, que incluyen hasta muchos miles de diferentes tipos de organismos que viven en gran variedad de entornos individuales. Podemos hablar de un ecosistema forestal, un ecosistema de pradera y un ecosistema estuárico como unidades definidas porque ocurre relativamente poco intercambio de energía o sustancias entre estas unidades en comparación con las innumerables transformaciones que transcurren dentro de cada una de ellas. No obstante, finalmente todos los ecosistemas se encuentran relacionados en una sola biosfera que incluye todos los ambientes y los organismos en la superficie de la tierra. Las partes más alejadas de la biosfera están relacionadas entre sí por la energía y los nutrientes transportados por las corrientes de viento y agua y los movimientos de los organismos.
El agua que corre desde la naciente de un río hasta un estuario conecta los ecosistemas terrestres y acuáticos de la cuenca a los del ámbito marino. Las migraciones de ballenas grises conectan los ecosistemas del mar de Bering y el golfo de California. La importancia del movimiento de materiales entre ecosistemas de la biosfera está acentuada por las consecuencias globales de las actividades humanas.